¿EF o familia empresaria? El salto de calidad necesario

¿Empresa familiar o familia empresaria? El salto de calidad necesario

Estos dos conceptos, si bien relacionados, son muy diferentes. Como hemos dicho en alguna otra oportunidad, una empresa familiar es aquella en que la propiedad está en manos de una o varias familias; donde al menos un integrante está comprometido en la gestión y donde existe un deseo de continuidad de la empresa en manos de la familia.

Una familia empresaria, en cambio, es aquella familia que busca desarrollar las ventajas competitivas en los negocios que poseen, generando buenas prácticas y sabiendo el valor que generan para el grupo. Una familia empresaria es fruto de una visión compartida. Pasar de una empresa familiar a una familia empresaria es un proceso y, en cierto sentido, un cambio de paradigma.

Pasar de TENER una empresa familiar a SER una familia empresaria es un paso importante. Veamos algunas características de una familia empresaria.

Hay una visión compartida por todos los miembros de la familia

Para ser una familia empresaria este es un punto fundamental, donde todos los miembros están comprometidos con la misma Visión. Es el famoso “tirar todos para el mismo lado”. Esta Visión estará muy relacionada con los valores que la familia ha elegido como propios y que desea se vivan como base de todos los emprendimientos que lleve adelante.

Los puestos de trabajo están asignados de acuerdo a las capacidades y claramente definidos

Hay ocasiones que en la empresa familiar los puestos se asignan por portación de apellido más que por conocimientos y habilidades presentes. Estas cosas se hacen pensando en que seguramente a esos familiares les hará bien trabajar, o porque están pasando algún momento de necesidad. Lo que no se piensa es que quizás esa no sea la mejor manera de ayudarlo a él o ella y sin dudas no es la mejor manera de ayudar a la empresa. Para un óptimo funcionamiento la empresa necesita de personas que estén perfectamente capacitadas para ejercer su rol en el puesto donde están, con independencia de si estos son o no familiares. Además, los puestos de trabajo deben estar perfectamente definidos en cuanto a sus deberes y funciones.

Existe un sistema de información bien desarrollado

En mi experiencia como consultor de empresas familiares, me he encontrado en muchísimas ocasiones que no se conoce si la empresa está ganando o no. Es más, muchas veces ni siquiera conocen cuanto facturan. Creo que no hace falta ahondar mucho en este concepto, ya que la mayoría coincidirá en que no es posible un crecimiento a largo plazo sin manejar estas variables (y varias otras). Sin embargo, siendo tan evidente ¿por qué aún hay muchos que no cuentan con un buen sistema de información? Probablemente sea porque no se han dado el tiempo de pensar estratégicamente hacia dónde están caminando. Vos, el que está leyendo este artículo ¿sabés hacia dónde estás yendo?

Los órganos de gobierno cumplen con sus funciones

Tanto en el ámbito de la empresa como en el ámbito de la familia, es fundamental que los correspondientes órganos de gobierno estén bien definidos y cumplan sus funciones. Es habitual encontrar Directorios donde sólo hay presta-nombres, o Asambleas societarias que figuran sólo en los libros de Actas. Hay que ayudar al desarrollo de estos órganos que son esenciales para el crecimiento de la empresa y asegurar su continuidad. En el ámbito familiar, el Consejo de familia cumple este rol de nexo entre los negocios que la familia posee y el conjunto de los miembros de la familia, trabajen o no en la empresa.

Existe un proceso de sucesión claro y definido

De la primera a la segunda generación, los procesos de sucesión suelen ser un poco más complejos y problemáticos que en posteriores oportunidades. Tener definido y especificado un proceso de sucesión aporta claridad a los miembros de la familia y de la empresa, generando un ambiente sin tensiones en ese sentido.

Estas son algunos aspectos que muestran la marcada diferencia entre una empresa familiar y una familia empresaria. Te auguro lo mejor para un proceso que no es simple, pero que trae muchísimas satisfacciones en varios sentidos.

                                                                                                                              Cr. Pablo Loyola.
Consultor
@novarumcba
Socio activo del Instituto Argentino de la Empresa Familiar

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