Roles ambivalentes en la empresa familiar

Roles ambivalentes en la empresa familiar

El tema de los roles ambivalentes en la empresa familiar me surgió a partir de la lectura de un artículo de Renato Tagiuri y John Davis (Family Firm Institute, 1996) y que nos compartieron en el programa de Certificación para Consultores de Empresas de Familia que estoy cursando. Me resultó muy interesante como plantean la posibilidad de que estos roles sean fortalezas o debilidades, dependiendo de la historia, la cultura familiar y la gestión de los mismos por parte de los miembros de la familia.

A su vez también dejan entrever que, si bien en algún momento pueden ser aspectos a mejorar, se pueden convertir en aspectos positivos para la continuidad de la empresa y la armonía de la familia.

En este artículo quisiera detenerme en tres de ellos que considero están muy relacionados entre sí:

  • Roles simultáneos
  • Implicación emocional y confusión
  • Conocimiento mutuo e intimidad

Tienen el común denominador de las emociones y de la relevancia de la comunicación entre los miembros de la familia.

Cuando la familia ha aprendido a gestionar las emociones de manera adecuada puede encontrar los espacios de conversación necesarios para plantear las diferencias y no explotar fuera de tiempo y/o lugar. Saber gestionar lo que se va sintiendo otorga al miembro de la familia la paz necesaria para esperar el momento.

Por otro lado, la comunicación juega un rol fundamental. Que cada uno sepa expresar lo que está sintiendo o viviendo -sean situaciones emocionales o propias de la gestión de la empresa- da la posibilidad a los demás de conocer las verdaderas raíces del pensamiento del otro y no quedarse con lo que puede verse o interpretarse. Una buena comunicación también incluye el saber escuchar en profundidad. Mientras alguien está hablando es necesario hacer un vacío interior que permita la entrada de las palabras del otro. Muchas veces lo que sucede es que mientras alguien habla, el otro ya está pensando en las respuestas que le dará para refutar su pensamiento.

Roles simultáneos

Es habitual ver que en las empresas familiares se repiten los modelos de relación que existen en la familia:

  • Progenitores autoritarios en la familia suelen ser jefes autoritarios. Si en cambio son condescendientes, la misma actitud tendrán con sus descendientes a la hora de trabajar con ellos y sus empleados.
  • Es común ver todavía que en algunas familias el rol de la mujer se restringe exclusivamente al hogar, sin ningún tipo de injerencia en la actividad empresarial. Comportamiento que se sigue con las hijas mujeres, incluso si éstas han tenido la oportunidad de estudiar en niveles superiores.
  • Como se repite el modelo familiar, suele no haber roles claros en la empresa ya que el padre es quien decide y los demás acatan. La consecuencia de esto es que los descendientes nunca saben qué se espera concretamente de ellos y, además, genera confusión con los demás empleados no familiares de la organización.

Implicación emocional y conocimiento mutuo

Compartir una vida en familia va dejando huellas a cada uno de manera diferente. Las diferentes situaciones que se transitan nos van formando como personas. Las alegrías y las tristezas pasan a formar parte de un acervo emocional que nos acompañará siempre. Será todo un desafío de nuestra madurez aprender a gestionarlo.

Es por eso también que en las empresas familiares a veces cuesta un poco más con los parientes. Tenemos una carga emocional que, aunque no queramos, nos condiciona a todos. Y es por eso que en ocasiones, ante algún problema en la empresa, se escuchan reproches domésticos o un “siempre fuiste igual”, “de chiquito hacías lo mismo a tus hermanos”, “siempre hubo que estar cuidándola”, “nunca se sabe para donde va a salir disparada”, “siempre se borra en los momentos difíciles”, etc.

Digamos que los miembros de la familia se conocen mucho y, si bien esto puede ser una fortaleza para el trabajo en equipo, en ocasiones puede ser un condicionante negativo. Sobre todo cuando no se logra “cambiar de anteojos” para ver al otro nuevo, intentando ir adelante a pesar de que a veces no le salga.

Estas situaciones están presentes en todas las empresas familiares, porque son parte inherente de la persona. Es muy importante tratar de identificar cuáles son esas cosas que a cada uno “le mueven el piso” para que, conociéndolas, se pueda empezar un camino de superación y no condicionen negativamente las relaciones.

Pablo Loyola
Asesor. @novarumcba
Socio Activo del Instituto Argentino de la Empresa Familiar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *